Cuando la ley protege un hogar: la historia de Jacinta y Braulio

Un desahucio injusto y una madre que luchó por su hijo

Jacinta, una mujer de 63 años, lleva décadas viviendo en el mismo piso. Allí crio a sus hijos, allí ha pasado toda su vida… y allí sigue viviendo con su hijo Braulio, de 35 años.

Pero Braulio no es un hijo cualquiera. Desde pequeño, fue diagnosticado con una discapacidad severa que le impide vivir de forma independiente. No puede trabajar y depende completamente de su madre.

Un día, Jacinta recibe una carta. No es una carta cualquiera… es una notificación judicial.

Debe abandonar su vivienda en 30 días. El piso ha sido comprado por una empresa inmobiliaria y reclaman su desalojo.

¿Cómo es posible si ella nunca fue una okupa?

Ese piso le fue concedido en su divorcio, hace muchos años, por orden judicial. Pero ahora, con un nuevo propietario, su derecho está en duda.

¿Qué opciones tenía Jacinta?

Aquí hay varios conceptos jurídicos clave:

📌 Desahucio por precario: cuando alguien ocupa una vivienda sin pagar renta ni tener un contrato válido. El propietario puede exigir su recuperación.

📌 Derecho de uso de la vivienda familiar: en un divorcio, el juez decide quién se queda con la vivienda familiar, normalmente el progenitor con custodia de los hijos.

📌 ¿Puede un nuevo comprador desalojar a los ocupantes? Si la vivienda tiene un derecho de uso concedido por un juez, ese derecho debe respetarse, incluso con un nuevo propietario.

La batalla legal de Jacinta

Jacinta no se quedó de brazos cruzados. Buscó ayuda legal y su abogado le explicó:

«Usted no está en precario. Su derecho de uso sobre la vivienda está reconocido judicialmente. No pueden echarla sin más.»

El caso llegó al juzgado y la sentencia fue clara:

✔️ El derecho de uso de la vivienda no desaparece automáticamente cuando el hijo cumple 18 años. Si el hijo tiene una discapacidad, puede mantenerse. ✔️ El nuevo propietario compró el piso sabiendo que estaba ocupado y que existía un derecho de uso reconocido por un juez. No podía alegar desconocimiento. ✔️ No se puede ejecutar un desahucio cuando los ocupantes tienen un título legítimo de posesión. ✔️ El interés superior del menor no se extingue con la mayoría de edad si hay una discapacidad que justifique la protección de su vivienda.

Conclusión

Gracias a la ley, Jacinta y Braulio no tuvieron que irse de su casa. Este caso demuestra que, aunque las inmobiliarias compren propiedades, no pueden ignorar los derechos previamente reconocidos.

Si te encuentras en una situación similar, consulta con un abogado. Conocer tus derechos puede marcar la diferencia entre perder tu hogar o protegerlo.