Cuando te arrebatan tu negocio a la fuerza: el delito que muchos desconocen


Imagina que tienes un negocio legal, con tu contrato en regla. Pero un día aparece el propietario, entra con seguridad privada, expulsa a tu equipo, cambia las cerraduras y empieza a usar el local como si nada.
¿Parece una película? Pues es un delito. Y le ocurrió a José Pablo.

José Pablo, empresario de 42 años, gestionaba un proyecto gastronómico en un mercado. Tenía un contrato de cesión firmado con el dueño, Victorio. Pero el 4 de marzo de 2019, a plena luz del día, Victorio irrumpió con un grupo de seguridad privada, echó a los empleados, puso candados… y se quedó con el negocio.

¿Qué delito cometió?

Lo que hizo Victorio no fue un simple conflicto empresarial. Fue un delito de coacciones.

  • José Pablo y su equipo tenían derecho a estar en el local.
  • Si el propietario creía que el contrato no era válido, debía acudir a los tribunales.
  • Nadie puede tomarse la justicia por su mano, aunque crea tener razón.
  • El Tribunal Supremo ha dejado claro que este tipo de actuaciones son delictivas y pueden suponer penas de prisión.

¿Y si el propietario tiene razón?

Aun si el contrato estuviera en disputa, solo un juez puede ordenar el desalojo.
● El uso de la fuerza, amenazas o intimidación es ilegal.
● La ley protege a quien ocupa un inmueble con derecho, aunque su situación esté siendo discutida.

¿Qué alegó Victorio?

Intentó defenderse diciendo que:

  • El contrato no incluía esa zona del local.
  • José Pablo no tenía derecho a estar allí.
  • Solo estaba recuperando lo que era suyo.

Pero nada de eso lo autorizaba a entrar con seguridad privada ni a cerrar el negocio por la fuerza. La ley prohíbe cualquier desalojo sin orden judicial.

Conclusión: si te expulsan sin orden judicial, actúa

  • Nadie puede echarte de un local sin resolución judicial.
  • Denuncia de inmediato si esto ocurre.
  • La justicia protege al inquilino y castiga al que se toma la ley por su mano.