«La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento.» Pero, ¿qué ocurre cuando una persona comete un delito estando bajo los efectos del alcohol? ¿Debe ser castigada de la misma forma que si estuviera sobria? En España, la embriaguez puede influir en la condena, pero solo bajo ciertos supuestos.
¿Cuándo el alcohol influye en una condena?
La ley contempla dos posibilidades:
- Eximente: La persona no es culpable y no se le castiga.
- Atenuante: La persona sigue siendo culpable, pero su pena se reduce.
Para que la embriaguez sirva como eximente, deben cumplirse tres requisitos:
- La intoxicación debe ser total, hasta el punto de anular la capacidad de razonar.
- No debe haberse bebido con la intención de delinquir.
- El acusado debe haber perdido completamente el control sobre sus actos.
Si no se cumplen estos requisitos, el alcohol no exime de responsabilidad, aunque podría atenuar la pena en algunos casos.
El caso de Valeriano
Valeriano, de 32 años, sin antecedentes penales, asistió a una fiesta en la que bebió en exceso. Durante la madrugada, una amiga de su pareja, Patricia, se quedó en su piso tras sentirse indispuesta. A la mañana siguiente, Patricia despertó sin recordar lo sucedido y descubrió que había sido víctima de abuso sexual.
Durante la investigación, Valeriano admitió haber mantenido relaciones con Patricia, pero aseguró que fueron consentidas. En su defensa, alegó que estaba demasiado borracho como para ser plenamente consciente de sus actos.
¿Se libró Valeriano de la condena por estar ebrio?
No. El tribunal determinó que, pese a su estado de embriaguez, Valeriano aún tenía control sobre sus acciones. Se valoraron pruebas como mensajes de WhatsApp donde pedía a Patricia que no contara nada, lo que demostraba que comprendía la gravedad de sus actos.
Además, los jueces consideraron que su capacidad de comunicación y movimiento en la noche de los hechos indicaba que no se encontraba en un estado de intoxicación plena.
Por ello, ni la eximente ni la atenuante fueron aplicadas, y Valeriano fue condenado a siete años de prisión por abuso sexual.
Conclusión
¿Puede la embriaguez librarte de una condena? La respuesta es clara: solo en casos extremadamente excepcionales. Para que el alcohol sirva como eximente, debe haber una pérdida total del control y la capacidad de entendimiento. Si te enfrentas a una situación legal similar, contar con el asesoramiento de un abogado experto es fundamental para garantizar una defensa adecuada.
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